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viernes, 27 de junio de 2014

Llamada telefonica

Hace un tiempo recibí una llamada telefónica de socorro. Una mujer desconocida me pedía consejo para intentar reeducar a su perro. Ella creía que su perro era un Pastor de Brie, no lo sabía seguro porque lo había adoptado de una protectora. El perro, un macho, como muchos otros machos de Pastor de Brie tiene un comportamiento un poco agresivo con otros perros. En este caso poco sabemos de la infancia y juventud de perro, que ronda los dos años y medio, pues estaba abandonado. Al parecer S, ha contactado con todo tipo de adiestradores y etólogos de su entorno, algunos muy afamados, y todos han fracasado en el intento.
Yo poco puedo decir al respecto, pues nos separan cientos de kilómetros, pero casi casi diría que aún nadie le ha dedicado el tiempo necesario para educarle. Educar a un perro es cuestión de tiempo.
Ahora incluyo la respuesta que le envié a S. por e.mail. Antes solo recordar que es muy importante que eduquemos a nuestros perros, unas normas básicas de obediencia nos van a facilitar la vida y poco a poco podremos conseguir tener Ciudadanos Perros.
Hola S.
Imagino que tu relación diaria con el perro será de lo mas fácil, excepto en la calle, tan fácil que casi casi no es necesario decirle nada, todo en esa relación es casi perfecto. Esto es lo que suele ocurrir con los pastores de Brie y por eso casi nunca se les refuerza la educación o se les acostumbra a obedecer órdenes.
El pastor de Brie generalmente es un perro observador y tranquilo que aparenta no necesitar educación, como lo que conocemos normalmente, por que hace lo que queremos que haga en cada momento por si solo, pero eso hace que nunca hayamos comunicado con el perro hasta el nivel de hacerle saber que lo que decimos en un momento determinado es una orden si o si.
Por esto podemos tener problemas.
Tu caso además es diferente pues no conocemos su infancia y adolescencia.
Eso no quiere decir que sea tarde, pero si que es un camino largo y paciente.
Tienes que empezar a comunicar con el perro dentro de casa. Usando las horas en las que él centra mas la atención en ti.
Lo más importante al principio es que al perro le enseñes que hay una palabra que cuando la dices significa que ha hecho algo bien y que le vas a premiar y te vas a poner muy contenta con él.
Yo uso “muy bien”. Puedes usar la que quieras, pero procura ser consciente de usarla solo para eso cuando te dirijas al perro.
El refuerzo del significado del “muy bien” lo empiezas dentro de casa y siempre con un premio detrás. Una bolita de su pienso, un trocito de queso, si puede comerlo, lo que sea que puedas darle y sea un premio.
Preparas la comida en alto y dejando el plato en alto coges el premio y se lo enseñas sobre su cabeza, normalmente la reacción de los perros es sentarse, cuando percibes que comienza a hacer ese gesto de sentarse le dices : “Siéntate” y cuando esta sentado “muy bien” y le das el premio y acaricias.

Vas a conseguir dos cosas, que aprenda “Siéntate” y que aprenda que “Muy bien” es algo que a ti te agrada y lo va a asociar a tu agrado y al premio y vas a poder abrir el abanico de enseñanzas ante las cuales siempre el muy bien se asocia a premio.

Dentro de casa también tienes que empezar con el “Aquí” Normalmente él estará siempre contigo pero cuando veas que esta despistado, dormido o se ha quedado algo alejado, le llamas por su nombre y le dices “Aquí” (O la palabra que quieras usar para ello, en eso no hay problema mientras sea siempre la misma) y cuando venga “muy bien” alegre y contenta y premio.
Esas dos ordenes además de crearle el entendimiento del “muy bien” son muy, muy útiles.

Lo que también es importante para acabar consiguiendo que siempre obedezca es no dárselas nunca si no estamos muy seguros de que nos va a obedecer. Luego nos costaría mucho mas volver a reiniciar.

Por eso empezamos dentro de casa, sin distracciones ni otras ansiedades.

Tienes que saber que todo esto va a llevar tiempo pero también que con paciencia creo que se puede lograr que sea un ciudadano perro respetable.
A lo mejor nunca sociable del todo con otros perros pero si al menos que puedas sacarlo a pasear si esos problemas.

Cuando ya veas que él tiene claro que significa siéntate, ven aquí, y muy bien, y te obedezca siempre puedes empezar a probar en otros sitios, peo siempre aumentando el nivel de distracción muy poco a poco.

Por ejemplo puedes empezar también antes de salir de casa, le pones el collar, la correa y en la puerta siéntate, muy bien y premio.

Prepárate algo muy cómodo para llevar sus premios, que no te manchen los bolsillos, pero que sean fáciles de coger, la cantidad puede muy pequeña no es necesario mucho, es casi simbólico, a lo mejor nosotros por esa nadería no lo haríamos pero para ellos es todo un mundo.
Yo uso a veces galletas de esas para perros con formas de huesos y las troceo y un huesito de esos me dura tres o cuatro veces. Otras veces cuando no tengo les doy pienso, de mismo que comen ellos, o si tengo algunas muestras o bolsas pequeñas les doy una bolita de alguno diferente. ¡Todas les parecen bien!

En la calle también tienes que empezar a darle esa orden siéntate, de cuando en cuando, así el perro va a mantener la atención en ti.
Durante un tiempo vas a tener que evitar el acercamiento a otos perros.
Tienes que detectar tu primero al otro perro, y cuando tu perro lo vea, cambias de dirección, o si no puedes te paras, le dices siéntate y muy bien, premio y os alejáis del perro.
No le hables, solo muy bien. Mantente serena y muy firme, con mucha confianza en ti misma, el perro lo nota.
Vas a tener que estar un tiempo alejada de otros perros.
Poco a poco, muy poco a poco, ese cambio de dirección, ese muy bien y premio, lo puedes hacer con el otro perro un poco mas cerca,

Hay veces que una de las raciones de la comida del perro se lleva de paseo, el perro enseguida lo aprende y va pendiente de ti y su comida, por lo que es mas fácil mantener su atención e ir enseñándole.

Va a tener que empezar a acostumbrarse a los otros perros primero de lejos y además creando tú una situación diferente, cambio de dirección, siéntate etc. que le distraiga y mantenga su atención en ti.

También vas a tener que enseñarle a andar con la correa sin tirar y también puedes empezar dentro de casa, igual que con lo demás, lo paseas por la casa y le vas reforzando el que no tire y vaya pendiente de ti, cambiando bruscamente de dirección, metiéndote en las habitaciones y si lo hace bien inmediatamente “muy bien” preparas el premio y “siéntate” y le das el premio.

Nunca hagas sesiones muy largas que le cansen, pero si constancia.
Que el sienta que ha cambiado algo en ti y que si hace las cosas bien los dos estáis contentos.

Si en la calle empieza a tirar de la correa, te paras, en algún momento te mirará, lo atraes a tu lado y aquí, muy bien, y el premio.

Esto, yo se, que en una ciudad donde el perro sale de casa ansioso y con la necesidad de hacer pis y demás, es mas complicado pero conseguir hacerlo bien, sin darle ninguna importancia, manteniéndose firme y serio cuando no lo hace bien y alegre y contento cuando cumple va a hacer la convivencia mas fácil.


Pero primero tienes que estar segura de que tu perro te obedece al siéntate, y al aquí.

Poco a poco puedes hacer que espere a los otros perros sentado y cuando notes que si distancia está al límite, sin nada mas con autoridad serena, le dices vamos y te lo llevas en otra dirección para cuando tu veas que es el momento oportuno decirle siéntate y darle el premio.

Para hacerle saber cuando lo necesites  que su comportamiento no te ha gustado nada, lo que tienes que hacer es ignorarle, tanto si lo llevas de la correa, como en casa o en cualquier situación, el perro, que siempre nos está espiando y observando hasta la minima reacción,  ni le mires, lo llevas o lo traes lo que sea que estéis haciendo pero lo ignoras con la dignidad de un león ofendido.
Esa energía la podemos sacar, educar a un perro a mi se me hace muchas veces un teatro, donde somos los actores y el perro el público.
Podemos estar de muy buen humor por dentro viendo la escena pero aparentando y sacando ese tipo de energía de enfado y dominio, “somos grandes, somos fuertes y además estamos enfadados por algo que has hecho” Y ni te miro por que en este momento para mi no existes. Ese es uno de los mensajes más elocuentes y duros que podemos mandar a un perro, además de ponernos en un nivel de superior automáticamente.

Entonces, vamos poco a poco, me tienes a tu entera disposición, vamos a intentarlo así, a distancia.
No dudes en preguntarme cualquier cosa, intenta entender lo que te he contado y sobre todo empieza a educarlo en esas dos ordenes básicas para luego enseñarle a andar sin tirar de la correa.
A partir del momento que él ponga la confianza y atención en ti habrás avanzado pasos grandes.
Y evita la situación de conflicto.
Al respecto hay una iniciativa para advertir a los otros dueños de perros o personas que el perro que llevas tiene un área de seguridad muy grande por diferentes motivos, que es ponerle un lazo o pañuelo amarillo visible en la correa. Esto avisa a los demás que no se acerquen al perro por diferentes causas, enfermedad, vejez, carácter etc.  Se está intentando difundir para estos y otros casos, que los demás propietarios lo sepan y mantengan por su parte un cuidado también.

Espero tus noticias

2 comentarios:

  1. Bueno yo cuento lo que viví con Melchor, por supuesto criado por Los Laureles, es decir ya conocíamos todos sus antecedentes. Obediente, muy, muy, pero muy cariñoso con las personas y especialmente y por encima de todo conmigo, va detrás de mi a todas partes, y su comportamiento en casa es excepcional. Llegó a mi vida con seis meses y en febrero cumplió 4 años, ya llevamos un tiempo juntos. Jamás ha roto nada en casa, es cuidadoso con todo y totalmente fiel. Llegan los paseos, bien, le gusta mucho correr y jugar, tiene mucha energía, pero nunca se separa mucho, siempre vuelve, el problema venía cuando nos encontrábamos con alguien, su forma de saludar era subiéndose a la persona, y dado su tamaño, eso me dio algunos problemas, por lo que siempre iba pendiente y si veía a alguien iba por otro camino, el otro problema son sus congéneres, Melchor no sabe presentarse a los demás perros, es muy brusco, y como es asustadizo, pues con los machos (no con todos) tiene ciertos problemas, sobre todo si son sumisos, con las hembras, en general, no tiene problemas, pero no les hace demasiado caso. Bien, con estos problemas decidí hacer con él un mes de adiestramiento con una fantástica adiestradora que consiguió adiestrarme a mi, que era la que realmente lo necesitaba, pues yo creo que el problema somos los dueños. El primer día ya no tiraba de la correa e iba a mi lado, y después de un mes, conoce la palabra "vamos" que significa ir andando a mi izquierda (sin correa), "aquí" que es acudir a mi llamada y sentarse a mi izquierda, "sentado" y "tumbado", desde entonces nuestra convivencia es perfecta y en general no tenemos problemas con otros perros. Con todo esto quiero decir que es muy importante el adiestramiento del dueño, que, en general carecemos del conocimiento de como se debe educar a un perro. Melchor siempre está deseoso de agradarme por lo que es muy fácil trabajar con él, pero nunca hay que aflojar, pues también les gusta hacer de vez en cuando lo que quieren, pero con un buen maestro es muy fácil y con un pastor de Brie más. Espero que sirva mi experiencia.

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    1. Si, Sagrario, somos nosotros que no sabemos. Pero ¡Podemos aprender!
      Gracias por compartir tu experiencia.

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